Noticia23/04/2024

La alianza de Cáritas con las empresas como elemento clave en la lucha contra la exclusión

Existen múltiples formas de hacer economía, de generar recursos y de administrarlos promoviendo al mismo tiempo un tejido social y comunitario más justo y fraterno que ponga en el centro a la persona y, cómo no, al cuidado de la creación, tan presente siempre en los mensajes que nos envía el papa Francisco. Cáritas, consciente de que aún queda mucho camino por recorrer en este sentido, sigue esforzándose por generar nuevas alternativas y dinamizar, siempre desde esta línea, la generosidad y el compromiso de personas, empresas y entidades que las apoyen.

Un modelo de desarrollo más humano, sostenible e igualitario

Crear conciencia en el mundo empresarial y sensibilizar a la sociedad de la responsabilidad que todos tenemos como consumidores y como promotores de un modelo de desarrollo más humano, sostenible e igualitario, es uno de los grandes desafíos que afronta actualmente la institución en las diócesis de todo el país. Buena parte de esos retos en Cáritas se concretan en la iniciativa entidades con corazón. En palabras de los responsables de esta iniciativa, «este programa supone una invitación a las empresas y entidades a trabajar por la excelencia social y participar de una labor conjunta que les permita implicarse en un compromiso de cambio con la sociedad». Además de esto, añaden: «Cuenta con un código ético propio y tiene como finalidad principal sensibilizar e integrar a las empresas y entidades en los proyectos sociales de Cáritas para conseguir un impacto social transformador».

En Cáritas Diocesana de Málaga esta labor se viene canalizando en gran medida a través del Área de Empleo y Economía Social que dispone de un gran equipo educativo en el centro Sagrada Familia encargado de dinamizar cursos y talleres para el empleo desde el año 1986 cuando Cáritas comienza a dar los primeros pasos en esta línea, siempre con el generoso apoyo de un amplio grupo de voluntarios. Actualmente, cuentan también con la colaboración de miembros de la Institución Teresiana que se encargan de ofrecer clases de apoyo a quienes tienen esta necesidad.

Primeros grupos de aprendizaje

El origen de esta experiencia, que pone los cimientos de la promoción de la persona en el ámbito formativo, se sitúa en los salones de la parroquia a la que el proyecto debe su nombre, ubicada en la barriada Tiro de Pichón, donde se crearon los primeros grupos de aprendizaje en materia de albañilería, carpintería y mecánica. Desde entonces, gracias a esta sencilla pero constante apuesta por apoyar en la formación a personas en una situación desfavorable, más de 1.500 personas han formado parte de la historia de este centro y han sido capaces de acceder a un empleo digno y mejorar su situación.

Existen determinados sectores laborales que, con carácter general, siempre están presentes en la oferta formativa del centro. Estos son, por citar algunos, limpieza, mantenimiento en edificios, electromecánica de vehículos, atención sociosanitaria y hostelería. En todos ellos cuentan con profesores cualificados que se encargan de potenciar las habilidades sociales, laborales y profesionales del alumnado, facilitando además la realización de prácticas en empresas del sector para acercar a estas personas a situaciones reales de empleo. Los contenidos profesionales se acompañan de otros relacionados con competencias personales y transversales para el empleo y se abordan mediante sesiones grupales y tutorías individualizadas. Igualmente, se acompaña y apoya a aquellos que deseen presentarse a las pruebas libres para obtener el certificado de competencias clave o graduado en Secundaria.

Para el sostenimiento de toda esta acción, además de los fondos propios de Cáritas, se cuenta con el apoyo del Fondo Social Europeo, Inditex y el IRPF.

El papel de las empresas en el proceso del alumnado

Para el responsable del Área de Empleo, Jesús Pastor, «la alianza que se crea entre Cáritas y las empresas juega un papel decisivo en el proceso de aprendizaje porque facilita un entorno real de trabajo para que el alumnado pueda poner en práctica lo que ha aprendido en el aula». Esto genera un doble beneficio, tal y como explica Pastor: «Permite saber cómo se desenvuelven dentro de la dinámica de trabajo y también abre puertas a otras oportunidades de empleo. Muchas veces, el círculo termina de una manera «virtuosa» porque la persona se forma, la empresa lo conoce y desde este conocimiento surgen las posibilidades de contratación».

Este es el caso de Karen J. Guillermo, que tras superar con éxito los contenidos teóricos del curso de formación ocupacional Operaciones básicas de pisos en alojamientos, a comienzos del pasado año, realizó sus prácticas en el Hotel Myramar. «Cuando llegué sola desde Colombia me costó mucho situarme, estuve acompañando a personas mayores, pero no me ofrecían ningún contrato, por eso cuando descubrí los cursos de Cáritas, tenía mucha ilusión por inscribirme», asegura Karen. En el momento en que presenta su solicitud le explicaron que había lista de espera. Su decepción en ese momento fue grande, pero por suerte no tardaron en llamarla. «Para mí, hacer este curso ha sido la mejor decisión que he tomado. La formación, los compañeros y los profesores me resultaron excelentes. Además, desde entonces ya he trabajado en distintos hoteles y voy teniendo más contactos y mejores referencias a medida que gano experiencia», concluye.

A pesar de los logros que se han ido alcanzando, Pastor cree importante seguir potenciando la colaboración de empresas y entidades hacia apoyos de otro tipo y destaca que, en algunos casos, son especialmente interesantes las donaciones en especie. «En la modalidad de electromecánica de vehículos, por ejemplo, necesitamos instrumentos especializados. Las herramientas que se utilizan quedan obsoletas cada cierto tiempo y dejan de servirnos».

Empresas muy sensibilizadas y comprometidas

El objetivo principal del área es conseguir que todas las piezas de este entramado encajen y generen el mejor resultado. Como señala la directora de Sagrada Familia, María Auxiliadora Moreno, «gran parte del éxito de esta iniciativa radica en conseguir que todos los participantes del proyecto, independientemente de la formación que realicen, alcancen la autoestima y seguridad necesaria para enfrentarse al mercado laboral con ilusión y esperanza. Nosotros, además, tenemos la suerte de encontrarnos con empresas muy sensibilizadas y comprometidas que ofrecen a nuestros participantes un trato tan profesional como cercano y esto facilita el correcto cierre del proceso que inician con nosotros».

Clece es una de las empresas que colabora con Cáritas facilitando prácticas desde 2017. Mario Infantes, técnico de selección de este grupo empresarial, se encarga de acogerles y, en algunos casos, también de ofrecerles oportunidades laborales. «Con el equipo de Cáritas existe un gran vínculo y una relación muy estrecha porque los técnicos y el alumnado nos lo ponen todo muy fácil, así que se crea una gran sinergia. Para nuestra empresa esta colaboración es muy enriquecedora porque consideramos que se está haciendo una labor muy bonita y un gran trabajo. Sin duda, de estos cursos salen personas muy preparadas», asegura Mario.

La empresa municipal Más Cerca ha acogido en los últimos años a más de 300 alumnos del certificado de profesionalidad de ayuda a domicilio. Sus responsables consideran que así «no solo mejoran la calidad del servicio, sino que también aportan una dosis extra de sensibilidad y humanidad».

Conciencia social

Actualmente, más de 150 empresas colaboran con Cáritas de muy distintas formas: donaciones económicas y en especie, con acciones de sensibilización entre sus empleados, etc. En la mayor parte de los casos, este apoyo se realiza de manera anónima y sin ningún interés por obtener notoriedad.

Cualquier contribución solidaria, por pequeña que parezca, tiene un gran valor para la institución que va más allá de lo estrictamente material porque de muy distintas maneras las entidades generan conciencia social en su entorno (empleados, clientes…). Todo pequeño gesto, en este sentido, puede ser motor de cambio y un gran estímulo en la acción de otros.

Modificaciones legales

Además de todo esto, como asegura Jesús Pastor, «para que puedan producirse cambios significativos que mejoren las posibilidades de acceso y las condiciones laborales de todas las personas y, de manera especial de las más vulnerables, es fundamental que se produzcan también modificaciones en el ámbito legislativo, como ha ocurrido con la nueva Ley de Extranjería, en la que ha aparecido un nueva e interesante figura: el arraigo por formación». Gracias a ella, personas en situación irregular pueden solicitar un permiso para participar en una acción formativa reglada. «También aquí el contacto con la empresa es fundamental ya que una vez conseguido el correspondiente título, pueden ser contratados siempre que se trate de un empleo del mismo sector o familia profesional. Esto les permite renovar su documentación, ya que el permiso dura el tiempo que ocupe el proceso formativo», aclara el responsable.