La comunidad Fratelli y Cáritas se unen en Melilla por la promoción de los más vulnerables
En Melilla, la comunidad Fratelli, compuesta por los hermanos de la Salle y Maristas, junto con la Fundación Marcelino Champagnat y Cáritas, han puesto en marcha unos cursos de alfabetización y nacionalidad dirigidos a familias vulnerables, a jóvenes tutelados, extutelados o que estén cumpliendo alguna medida judicial. Esta formación se impartirá durante todo el curso, de lunes a jueves, en el colegio de La Salle, en los locales de Cáritas y en los de la Fundación Marcelino Champagnat.
Trabajo en red de la Iglesia
Desde que la comunidad Fratelli llegó a Melilla en el año 2019, observó la necesidad de trabajar en red con otras realidades eclesiales de la localidad y, aunque «no fue un camino fácil», asegura Jesús Bejarano, hermano de La Salle y colaborador en esta iniciativa, encontraron en Cáritas a «las personas y espacios para hacer realidad proyectos conjuntos».
En los últimos 20 años se ha realizado una intensa y silenciosa labor de promoción con miles de mujeres en situación administrativa irregular que llegaban en busca de un lugar de encuentro, atención, aceptación y ayuda. Afirma Jesús que «hoy, gracias al Proyecto Alfa, decenas de mujeres y muchos de sus hijos, siguen recibiendo atención y nuevas oportunidades».
El curso pasado se inició un trabajo conjunto entre la comunidad Fratelli y Cáritas, para trabajar en la promoción de jóvenes y adultos, en un local en uno de los barrios melillenses y en los locales que Cáritas Melilla tiene junto a la iglesia del Sagrado Corazón donde se llegó a acompañar a más de 110 personas con las que se realizaron cursos de alfabetización, de nacionalidad y de manipulador de alimentos.
«Este curso continuaremos reforzando de forma conjunta, como Iglesia de Melilla, el sentido promocional y educativo de nuestra acción con las personas más vulnerables y, para ello, invitamos a todas las personas, instituciones y empresas que quieran colaborar. Nos felicitamos porque nuestra Iglesia quiere seguir siendo el rostro misericordioso en estos espacios de frontera y de tanto abandono», señala Jesús.