La mujer, protagonista del último Círculo de Silencio
El Círculo de Silencio de este mes se ha dedicado a la conmemoración del Día internacional de la Mujer, celebrado el pasado día 8
El Círculo de Silencio de este mes se ha dedicado a la conmemoración del Día internacional de la Mujer, celebrado el pasado día 8. En el encuentro mantenido este miércoles, 22 de marzo, en la Plaza de la Aduana, se ha destacado la necesidad de seguir conmemorando porque «implica traer a este momento, no solo las grandes mujeres de la historia que han luchado por el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos, sino traer también todas y cada una de las mujeres corrientes que día a día siguen luchando contra los estereotipos y roles de género, para que se reconozca y se valore su papel y gran aportación a la sociedad. Mujeres que siguen superando barreras en el trabajo, en el hogar, en la cultura, en sus relaciones interpersonales, en la educación, en los puestos de responsabilidad, en las tareas precarias… Mujeres que luchan en contextos de violencia, por el reconocimiento de su dignidad y su valor, incluso frente a sí mismas», expresaban en su manifiesto los organizadores.
En este espacio de encuentro y reflexión ha dejado su testimonio Fara, una mujer marroquí que ha querido compartir con los asistentes su experiencia desde que en el año 2015 sale de su hogar en busca de un futuro mejor para ella y los suyos. «Salí de casa con 21 años, sola, sin mi familia. Desde ese momento, he conocido y vivido todo tipo de abusos. Siempre me sentía amenazada por no tener mis papeles en regla. He tenido una vida muy dura, difícil, pero nunca tiré la toalla y seguí luchando. Hoy estoy trabajando y continúo luchando para salir adelante y poder ayudar a mi familia. Mi deseo ahora es arreglar mis documentos y volver a reencontrarme con ellos», ha afirmado. Por suerte, actualmente se siente querida y acompañada porque, como ella misma reconoce, tiene a su alrededor a «mucha gente buena».
Mujeres obligadas a migrar
Realidades como esta ponen de manifiesto la necesidad de seguir avanzando para alcanzar la equidad porque según han destacado «en determinados lugares del mundo, la realidad todavía es más preocupante». Por esta razón, han tenido especialmente presente en esta ocasión a «aquellas mujeres obligadas a migrar a causa de las fuertes cargas familiares, y las que emigran huyendo de la violencia sufrida por el hecho de ser mujer. Ante el aumento de la feminización de los flujos migratorios, las Administraciones deben esforzarse en incluir acciones específicas para la protección y atención integral de las mujeres, que presentan peculiaridades y necesidades distintas, tanto de los hombres inmigrantes, como de la población femenina nacional».
Algunos participantes del Círculo participaron de la dinámica propuesta para este momento, que consistía en aportar una fotografía o un cartel con el nombre de alguna mujer que haya sido un referente para ellos.
Un gesto con nuestros hermanos migrantes
Los círculos de silencio son un gesto de solidaridad con los hermanos migrantes y refugiados, promovido por Cáritas y la Delegación de Migraciones, que llevan celebrándose en nuestra diócesis desde hace casi siete años en distintos puntos de la provincia como: Arriate, Alhaurín de la Torre, Álora, Churriana o Ronda.